A la mañana siguiente, el ganador hace el arqueo matutino que le tira la data económica para enfrentar el día. Mientras abre su billetera, recuerda los vasos de fernet que tomo, la porción de pizza que comio de mas, las risas de sus amigos, el all in mentiroso que le hizo llevar las sustanciosas luces, en fin, recuerda gratos momentos.
Corre billete a billete y con un animo esperanzador hace que sus cuentas den bien, quiza, para no tener que sacar mas plata de otro lugar o para simplemente no tener que gastar mas. Pero, ¡momento!, la plata que supuestamente había invertido en su semanal reunión de ocio, permanecía intacta en las fauces de su billetera. Al descubrir esto, y debo decir que es muy triste, el inconsciente del ganador suprime toda experiencia pasada en la que haya estado involucrado ese dinero. De esta manera, pierde los recuerdos con sus amigos, pierde el olor a fernet, pierde el sabor de las pizzas, ya no se acuerda de los gritos del que tenia a su izquierda.
La tristeza toma por completo al ganador, la falta de dinero en su billetera es el indicador directo de que había sido usada para diversión y por sobre todas las cosas, había sido usada para compartir con sus amigos. El indicador, la pista, la consecuencia mas reveladora no estaba. Anoche no había pasado Nada!.
Moraleja:
Dos billetes menos en tu billetera equivalen a mil anécdotas con tus amigos, mas mil anécdotas con tus amigos, no se compran con nada!
